El caminar es un placer que muchas veces suele suceder...

El caminar es un placer que muchas veces suele suceder. Otras no tanto. Se prefiere la quietud, la tranquilidad, lo previsible. No siempre se puede creer que lo que vendrá pueda ser como uno quiere. La constante capacidad de arriesgar implica que ganar también puede llevar a perder. No todo es grato ni tan fabuloso como lo determina la maestra de tercer grado el 3 de Mayo de 1994. Uno se tiene que dar cuenta que la verdadera felicidad es la que lleva en el auto, y no es aquella que lleva la señora en el bolsillo interior de la cartera. La felicida-a-a-a-a es un canto a la alegría cuando uno se toma en serio las palabras y no se preocupa por aquello que vendrá sin saber si finalmente será más beneficioso que lo que nunca fue.