Caramelos verdes suelen parecer un sistema...

Caramelos verdes suelen parecer un sistema perverso para provocar en los niños adultos un síntoma que nadie sabe muy bien a qué obedece. Esto puede hacer que las calles de la ciudad más fría de Rusia se trasforme en un cálido paisaje sin rumbo aparente. Ya ni siquiera la gramática acompaña a aquel personaje con sombrero marrón que intenta pasar desapercibido por medio del arcoiris que se formó sin sol, y mucho menos con lluvia. Ya los duendes no lo saludan más, por miedo a que les arroje un zapato como represalia de los mates amargos que le ofrecieron aquella vez.