la piedad que uno cree soportar en las circunstancias...

Ya la piedad que uno cree soportar en las circunstancias menos pensadas de las cuales es difícil salir, a veces son las que nos terminan ayudando a saber que la luz al final del camino no es la mismísima muerte, sino un farol que nos comunica que ese es el nuevo punto de partida. No se debe mirar hacia atrás durante los primeros 5 minutos de largada, ya que se ve más del camino que uno dejó atrás, que el camino que acaba de emprender. Lo bueno de hacer paralelismos entre una carrera y la vida, es que en nuestra imaginación, hay muchos menos baches que en la vida real lo que provoca que no necesitemos un paracaídas azul en caso de caer en el pozo del infinito.