Ninguna de las causas...

Ninguna de las causas que hacen que uno a la mañana camine hacia el lugar que ya sabe antes de dormirse, son las que provocan que uno al día siguiente se acueste más feliz de lo que se levantó. La felicidad cotidiana está representada por momentos inesperados como el cruce de un ciervo en medio de la avenida más corta del hemisferio sur, el cual nos mira como preguntándose si estamos sorprendidos por su presencia en plena ciudad, o más bien nuestra cara representa que el hecho de pensar que no que no nos resulta normal, debe ser provocado por alguna alucinación.