Generalmente cuando uno no sabe...

Generalmente cuando uno no sabe que decir, es porque las palabras sobran. Cuando me refiero a que sobran, quiero decir, que no son necesarias. A veces incluso pueden llegar a perjudicar la situación, aunque generalmente pasan como neutrales. En ese momento, cuando las palabras sobran, es porque faltan miradas, caricias, besos, abrazos y otras tantas cosas que no nos animamos a hacer e intentamos suplir con esas palabras superfluas. Lo único que hacen es ganar tiempo hasta que el pudor logre ser derrotado y nos expresemos de la verdadera forma que queremos hacerlo y que el otro espera que lo hagamos.