Entro en un vagón de tren...

Entro en un vagón de tren en el cual aparentemente no hay nadie. No me sorprende, recién pasada la medianoche no suele haber mucha gente que haga este trayecto. Casi siempre lo hago con una señora de unos aparentes 60 años, aunque intuyo que tiene bastantes menos. También me acompaña una pareja de unos 27 años que ella siempre duerme y él mira por la ventana. Finalmente también está ella, que con sus ojos verdes y su pelo largo y negro hace que cada viaje me imagine una vida con ella. No sé su nombre, su edad ni su situación sentimental, pero me hace feliz durante las 7 paradas que compartimos.