Me enamoré a primera vista...

Me enamoré a primera vista, pero no me enamoré sólo de su físico, me enamoré de su forma de sonreír, su forma de caminar y su actitud frente a lo que la rodea. En ese momento intenté recordar cada detalle. El lugar en el que la vi, la hora exacta, si hacía frio, calor o estaba por llover. También apelé a mi memoria para recordar su primera mirada, las primeras frases que intercambiamos y los temas superfluos, o no tanto, que tratamos en esa primera charla. ¿Qué por qué lo hice? Para poder contarle a mis hijos como conocí a su madre.