Me desperté feliz, contento, seguramente aunque no la viese tenia dibujada una sonrisa en la cara. No había un razón especial para estarlo y pocas ganas tenia de investigar la causa de esa sensación, porque estaba seguro que al intentar descubrirla de iría yendo de a poco. Mi siguiente decisión tenia que ser si salir a enfrentar al mundo o quedarme disfrutando de esa sensación en casa. Era todo un desafío salir a la calle porque sabía que iba a ser invadido por un sin fin de energías negativas que iban a querer enfrentar este día positivo que había empezado. Finalmente decidí salir, y si por lo menos, mi energía positiva lograba contagiar a una sola persona antes de perder la batalla, ya me daría por satisfecho.
