Espero lo inesperado, porque esperar...

Espero lo inesperado, porque esperar lo que espero hace que desespere. Miro el reloj, y avanza muy lento, las agujas casi que no se mueven, su “tic-tac” son como agujas que entran por mis oídos. Dejo de mirarlo, el sonido sigue, lo agarro y tiro contra la pared. Silencio absoluto. Ya no tengo que esperar a que se muevan las agujas para saber que el tiempo avanza, eso me tranquiliza. Se hizo de noche, el tiempo avanzó sin darme cuenta, y descubrí que de eso se trata, de que el tiempo pase sin estar pendiente de que lo haga.