Veo una tormenta allá afuera...

Veo una tormenta allá afuera, parece el fin del mundo y no me da miedo. La razón de eso no es que crea que es imposible que sea el fin del mundo, sino que el hecho de pensar que efectivamente podría serlo no me genera ningún temor. Siento cierta melancolía por los momentos vividos, pero me genera una cierta adrenalina lo que pueda estar por venir, si es que hay algo después del final. Lo bueno es que si no hay nada, no habrá ni siquiera espacio ni lugar para sentirme decepcionado.