Quiero estar solo para extrañar estar con alguien, y cuando estoy con alguien extraño estar solo. Parece una contradicción, pero la realidad es que mi cerebro me suele jugar una muy mala pasada en relación con los recuerdos. Solo me trae los recuerdos en los cuales solía sentir felicidad, o incluso paz. Entonces no es tan extraño que viviendo un presente en los cuales los momentos no tan ferices suelen ser frecuentes, quiera pasar a estar en otro estado en el cual mis recuerdos son de felicidad.