El límite sutil entre ser y parecer. Hay que ser conciente...

El límite sutil entre ser y parecer. Hay que ser conciente, hay que darse cuenta, hay que trabajar y pensar como lo hacen los demás. No hay que ser y parecer solo para uno, solo para los demás. Ahora sí, tomó posesión, ya no controlo, es él y el teclado, nadie más. No hay birome, pluma, nada más. Si uno parece, aparenta, difícilmente pueda demostrar el ser. Tiene que saber que lo que muestra el otro percibe, el otro nota, y dar vuelta la situación es más difícil que derrocar a una paloma de arriba de la cúpula del Congreso.