De a poco la ternura...

De a poco la ternura deja de ser tal para convertirse en la catástrofe más profunda del próximo año y medio. Ya las canas dejan de ser tales para transformarse en una bella dama que pide a gritos que le pongan un chaleco antibalas para evitar los fríos que suelen azotar en el sur de Mar del Plata. Hay que avisarle a la gente que ya nada es lo que era, ni tampoco hoy es lo que será en el futuro. Ya no creo en lo increíble, solamente baila en una pista de patinaje.