Un día de lluvia que para el 79,43% de la gente puede catalogarse como feo, inmediatamente, para ese mismo porcentaje (o algo menor si me tengo que sincerar) se transforma en un día bello si en lugar de caer agua líquida lo hace en forma un poco más sólida a la cual solemos llamar nieve. Hay que tener cuidado, porque si se sigue solidificando y se transforma en granizo, ea misma gente se pone furiosa y empieza a mal decir al efecto invernadero por provocar que, a pesar de todo, los conejos de pascua sean de chocolate y no de cemento fresco para poner como decoración en el jardín.
