El teléfono suena...

El teléfono suena y el corazón se acelera, sólo el pensar que puede ser ella quien llama, ya hace que la invención del teléfono tenga sentido. Lo podés dejar sonar tres veces o una sola, pero jamás dos, y las estadísticas así lo demuestran. El primer ring hace que te sorprendas y tu sangre empiece a correr más rápido por tu cuerpo, el segundo ring es para que disfrutes del momento pensando que es ella quien va a atender, y el tercero ya casi no termina de sonar que ya estás atendiendo. Atendés con un “HoLa” casi convencido que va a ser ella quien responda, hasta que te dás cuenta que del otro lado no está ella. Nada es tan malo igual, es una vendedora de la compañía de teléfono, de la cual luego te enamorás, te casás, tenés 3 hijos, un perro y un jardín con una piscina hermosa.