M + T = F

M + T = F. Es una ecuación que alguien en algún momento entenderá, aunque realmente no podría afirmarlo. Fue encontrada en un envoltorio de una tableta de chocolate con almendras que se comió en forma compartida en un banco con vistas a un rio poco caudaloso. Poco importaba la cantidad de agua que pasaba, sino el hermoso sonido que combinado con aquellos cantos de pájaros, que nadie sabrá su nombre, transformaba ese lugar y momento en algo casi perfecto. Difícilmente se pueda convencer a aquellos amantes de que el paraíso podría ser un sitio mejor que aquel en el cual estaban viviendo en ese momento.