La calle por la que camino...

La calle por la que camino es muy larga. Hay días que hay un sol muy agradable, otros una lluvia que refresca y también días de un calor agobiantes y de lluvias eléctricas. También puede pasar que los lugares en los cuales durante el día pareciera que son agradables, si en ese lugar se va haciendo de noche, deja de tener ese encanto que hacía que caminara sonriendo y mirando las caras de la gente que compartía mí camino por esos momentos. Ojo que la noche a veces sorprende en forma muy positiva, ya que aquel tramo con sol agobiante, que apenas permitía abrir los ojos, de noche se llenaba de luces, música y gente con ganas de compartir historias incrédulas pero entretenidas.