No todo lo que uno piensa...

No todo lo que uno piensa debe ser trasmitido al mundo exterior, es más, es saludable que así no sea. Tampoco es correcto quedarse con las palabras atragantadas y que queden dando vueltas por nuestras arterias y venas cual sangre que es bombeada por el corazón. Lo peor que puede pasar es que esas palabras que se van acumulando, al momento de que alguien nos hace una herida, de la misma no solo saldrá sangre, sino que saldrán todas las palabras que jamás dijimos.