Quedan solo 3 minutos...

Quedan solo 3 minutos, que se transformaron en 2 sin siquiera darme cuenta. Los segundos avanzan y yo sigo creyendo que el paso del tiempo es algo tan relativo que no me llego a dar cuenta a veces que el viento se mueve y otras creo que me atraviesa un remolino que va a hacer que me eleve hasta 37 metros de altura. No es malo el viaje hasta allí, lo duro es cuando dejan de soplar aquellos vientos y abajo no haya un lago con peces de colores, sino el asfalto duro de una realidad que me cree en mi cabeza.