Me cambio de zapatos para ver...

Me cambio de zapatos para ver si mis pasos hacen que mi transitar sea diferente, pero a lo largo de un tiempo con mis nuevos zapatos me doy cuenta que lo que tengo que hacer para sentir que algo ha cambiado, es modificar el trazo de mi camino. Cambar de zapatos puede hacernos creer en una ilusión temporal de que las cosas cambian, pero si no alteramos el trayecto del camino, difícilmente podamos lograr una satisfacción prolongada. Otra forma es andar cambiándonos de zapatos todo el tiempo cada vez que nos sintamos incómodos, pero el día que por alguna razón no haya más zapatos, o no encontramos el que nos gusta, nos sentiremos perdidos.