No sé cómo, por qué ni dónde...

No sé cómo, por qué ni dónde. Tampoco sé cuándo ni con quién. Tengo muchas preguntas que no tienen respuesta, o por lo menos, eso es lo que siento ahora. Son preguntas que por lo menos hacen que siga vivo. El día que no tenga más preguntas creo que será el día que, a pesar de lo que muchos creen, me sienta muerto. Alguien dijo por ahí que cuando sabemos las respuestas, nos cambian las preguntas, y eso es en algún punto lo que quiero trasmitir. El problema es cuando siento que las respuestas están muy lejanas, tan lejanas que no puedo ver, transformando esa motivación de conseguir respuestas, en una desesperación por creer que nunca las voy a encontrar.