Lo que no veo no lo creo dijo un señor...

Lo que no veo no lo creo dijo un señor mientras esperaba en un aeropuerto que le anunciaran su vuelo. Al lado una señorita morocha de unos 28 años sonrió como si no fuese la primera vez que escucha esas palabras. Pensó lo ingenuo que era ese señor, ¿o jamás sintió el dolor de una palabra, el viento frio sobre su rostro o lo que trasmite un buen concierto? Qué peligroso es delegar tanta responsabilidad a uno sólo de los sentidos, con lo valiosos que son los otros 4 que por ahora conocemos. No tenía ganas de comentarle todos estos pensamientos a ese señor, el cual incluso probablemente, ni siquiera había pensado bien lo que había dicho, asi que ajustó sus lentes oscuros, estiró el bastón, y se fue caminando en busca de su puerta de embarque.