No sé si el padre sabía, al momento de ponerle nombre a su hija, que iba a estar dando vueltas por mi cabeza durante horas, días, meses y hasta años. Por suerte el nombre es hermoso, y eso hizo que no fuera tan tortuoso. Aunque si debo sincerarme, no sé si el nombre es bonito porque es de ella, sólo por eso. Podría haber estado dando vueltas el nombre Guillermina, Valeria o incluso Carolina, pero no, fue el nombre de ella que pensé, escribí y susurré tantas veces. Todo porque en algún momento, en un instante, y habiendo dudado mucho, el padre decidió que ese, era el nombre indicado.
