Me da menos miedo saltar de un quinto piso sabiendo que me voy a romper todos los huesos antes que arriesgarme a confesarte mi amor por miedo a que me rompas el corazón. Son esas contradicciones que tengo que mi parte racional no logra comprender. Qué absurdo y paradójico es todo que muchas veces uno cree que es el cerebro quien suele perjudicar a ese sentimiento llamado amor, pero sin embargo esta vez es él quien me esta casi obligando a ir a buscarte para que dejes de ocupar parte de su espacio cada día y cada noche, mientras mi corazón cada vez que pienso en eso empieza a latir cada vez más fuerte expresando su gran temor.
