Vuelve, todo vuelve, excepto...

Vuelve, todo vuelve, excepto lo que ya no vuelve más. Aunque pensándolo un poco mejor, lo que vuelve, siempre lo hace de una forma diferente. Ya sea porque lo que fue ya no es, o porque nosotros cambiamos mientras pasaba el tiempo de espera. Nada será como antes, entonces desear con muchas ganas que algo vuelva puede provocar que luego en el rencuentro nos llevemos una gran decepción, y no sólo no vivamos lo que vivimos en su momento, sino que ni siquiera tendremos al esperanza de que pueda volver a ser igual.