Ni el sueño más profundo puede...

Ni el sueño más profundo puede hacernos olvidar lo que sucede en la realidad. La única forma de lograr que ese sueño pueda tapar esa realidad que invade nuestro día a día es empezar a intentar que ese sueño se haga realidad. Algunos me dirán que no basta con la intención para ser feliz, sino que ese sueño debe hacerse realidad. Los que piensan así les puedo asegurar que nunca lo intentaron. Los que algunas vez intentaron cambiar la realidad para asemejarla a sus sueños van a coincidir conmigo en que sólo intento ya es una forma de transformar ese día a día para hacerlo mucho más feliz.