Esa lágrima no nació en mi ojo...

Esa lágrima no nació en mi ojo, es ahí solo donde sale al mundo exterior, pero su origen es mucho más profundo. Esa lagrima que va cayendo por mi mejilla y que suele morir en la comisura de mi labio arrastrada por otras lágrimas que vienen detrás, no nace ni siquiera de un lugar físico, sino que lo hace desde un lugar que los científicos más galardonados aún no pudieron descubrir.