Me da miedo el gran poder de...

Me da miedo el gran poder de mi cerebro, aunque también, y sin querer ser deliberadamente contradictorio, me da mucha esperanza al mismo tiempo. Este pensamiento que puede sonar abstracto tiene un origen bastante concreto, y se origina principalmente a escasos segundos de abrir por primera vez en el día mis ojos. Es en ese momento en el que me doy cuenta de que lo que estuve soñando no era real, sino que eran solo sueños. Igualmente, lo que me llama la atención es que cuando en el sueño atravesaba una montaña llena de nieve, sentí el frio de verdad, cuando mis piernas estaban atrapadas entre esas piedras, sentí el dolor de verdad, cuando ella acariciaba mi cuerpo, sentí esas caricias de verdad. Lo que me provoca mucho asombro, no es lo que el cerebro puede hacer que sintamos como verdadero mientras soñamos, sino que hace que piense que lo que siento cuando estoy despierto es en gran medida originado por él, sin tener claro cuán verdadero es todo lo que me rodea, y cuánto se debe solo a percepciones y a paradigmas influenciado por lo que debería ser en lugar de lo que es.