Escucho sus pasos subiendo la escalera mientras me acomodo en la cama en una posición que haga parecer que estoy dormido. Al instante de acomodarme me duermo de verdad y jamás la escucho entrar por la puerta. Al otro día despierto luego de haber dormido 8 horas sin haber abierto los ojos y noto que ella no durmió al lado mío. Me levanto sorprendido, bajo las escaleras y en la mesa hay un sobre con una carta dentro. Mi corazón empieza a latir más fuerte y no necesito ser vidente para creer saber que hay escrito en esa carta. La abro y ella me dice que se fue, que no va a volver y que intente olvidarla. Miro, como todos los días, la fecha de la carta y es de exactamente 5 años atrás
