No entiendo, pero el problema no es...

No entiendo, pero el problema no es el propio no entender, sino las ganas de querer comprender el porqué de las cosas, o más bien, de algunas cosas. No me preocupa la ignorancia en términos generales, sino que me inquieta ignorar lo que quiero saber. Lo que no tengo claro es si me resultará más dificultoso intentar llegar a conocer eso que quiero o lograr que ya no me resulte interesante saberlo. No sé si lo que quiero es no saber o saber, lo que parece una paradoja, y probablemente lo sea. Si encuentro la verdad me puede llegar a resultar reconfortante o resultar destructora, eso sí que es una verdad, porque si estuviese seguro de lo que me va a revelar el conocimiento, no sentiría curiosidad de intentar acercarme a él.