Desde el cielo parece todo mucho más fácil...

Desde el cielo parece todo mucho más fácil de resolver, se ve todo desde otra perspectiva, y sobre todo, siendo lo más importante, son los otros los que están caminando allí abajo. Muy diferente es cuando uno se sienta en un bar a tomar un café con leche en la mesa junto a la ventana y observa a la gente pasar. Ya los problemas de aquella gente los siente más cercanos, sus caras, sus gestos, sus expresiones hacen que empaticemos mucho más y hasta podamos imaginarlos cuantos problemas andan dando vueltas por su cabeza. Ni el cielo ni la tierra son buenos por sí mismos. Hay momentos para alejarnos y ver todo con perspectiva y otros momentos para ver todo de cerca para poder actuar, para poder salir del bar y abrazar a esa persona que pide a gritos silenciosos un abrazo.