Siento el aroma a ese perfume, que en principio...

Siento el aroma a ese perfume, que en principio mi cerebro no logra reconocer, pero sí mi corazón que empieza a latir más fuerte. Él ya lo reconoció, y unos segundos más tarde lo hace mi cerebro que le envía una señal a mi sonrisa para que se deje mostrar, aunque a la vez manda un mensaje a ese corazón que había empezado a latir con fuerza para que se calme, y se contraiga con fuerza, volviéndolo a resquebrajar. Aquel corazón que aún no había logrado cicatrizar.