Un rayo de luz cayó sobre mi cabeza...

Un rayo de luz cayó sobre mi cabeza. Caí al suelo pero me levanté sin mayores consecuencias. No se lo conté a nadie, un poco porque no lo consideré tan importante y otro poco por la probable incredulidad de la gente cuando le cuente lo ocurrido. Mucho tiempo pensé que eso me podría haber otorgado algún superpoder, pero hasta el momento, si eso hubiera sido cierto, no lo había descubierto. Dije “hasta ese momento” porque caminando por la calle un martes por la noche volviendo a casa la vi a ella, y me di cuenta que era ella porque la vi toda iluminada, entendiendo que el superpoder que tenía era el de poder darme cuenta cuando en algún momento de mi vida me cruzara con el amor de mi vida.