Los gritos de afuera son en realidad...

Los gritos de afuera son en realidad susurros que intentan ayudar a darme cuenta que la decisión que tomé en la última bifurcación no fue la más indicada. Nada grave por el momento, pero nadie sabe lo que el efecto mariposa puede deparar. Parecen gritos porque el camino venía bastante calmo y tranquilo, pero para la mayoría de la gente acostumbrada a vivir atormentada en medio de altos decibelios, estarian deseando que su momento de paz estuviese lleno de esos susurros que tanto me molestan.