Un despertar diferente hace que uno se acostumbre...

Un despertar diferente hace que uno se acostumbre a ver por la ventana a un pájaro carpintero sin golpear el tronco de los árboles. Uno no debería dejarse llevar por las inquietudes de los conflictos que van distanciados de las pequeñas protuberancias del camino. Las circunstancias no hacen más o menos felices a las piedras que se ponen en el camino y que pateamos una y otra vez. Simplemente son los sonidos de aquellas palomas que alguna vez supimos distinguir las que nos sacan una sonrisa en los mismos momentos que antes nos provocaba una irrefrenable perturbación.