No me conformo con solo respirar. Necesito algo que circule por mis venas más allá de la sangre y algo más que saliva que pase por mi garganta. El dejar que el tiempo avance para luego arrepentirme de lo que no he hecho en mi vida no es para mí, aunque sólo me doy cuenta de ello cuando intento concienciarme. Las horas avanzan y el sol hace un recorrido bastante parecido día tras día, sin embargo pasados algunos meses ya el recorrido no es tan parecido. Las hojas de los árboles ya no crecen, sino que caen, y me encuentro sintiendo la lluvia sobre mi cabeza un día de frio, cuando el día anterior parecía que el sol hacia que el cemento desprendiese ese calor agobiante.
