Nos formamos para ser útiles a la sociedad...

Nos formamos para ser útiles a la sociedad y no para ser felices. El único momento que asocié el juego con la formación habrá sido en el jardín de infantes, cuando todavía no era consciente si iba a que me enseñen o a jugar, más allá que había reglas que cumplir. Después la prioridad fue incorporar conocimiento e información a mi cerebro sin realmente haberme hecho yo las preguntas a las miles de respuestas que me daban, y por eso muchas veces creí que poco me serviría. Ahora que ya soy más grande las preguntas que me hago, y que me inquietan, lejos están de ser cuál es la capital de aquel país africano, o cuál es el logaritmo de 281. Volviendo a la primera frase, el objetivo de la enseñanza es formar a alguien útil para la sociedad, y no formar a alguien para que trabaje en descubrir que es lo que le hace feliz.