Todo el tiempo están pasando cosas. De las buenas, de las malas y de las indiferentes. Las malas nos las avisan generalmente los noticieros, las indiferentes nos las cuentan en el ascensor y las buenas son pocos los que se animan a contarlas. Las noticias buenas extráñamente no son marketineras. Es difícil encontrará a alguien que en lugar de cobrarte cosas malas que le pasan en la vida se te ponga a contar sus partes buenas y que le hacen feliz, no sé si es por pudor, por humildad o porque da vergüenza contarlo; pero las buenas noticias no son tan vírales como las malas. Propongo que antes de que te vayas a acostar le dediques 5 minutos a pensar tres cosas buenas que te hayan pasado durante el día a vos, a algún amigo o simplemente al mundo en general. Si las encontrás vas a ver que vas a dormir mucho mejor. Y sino, a esforzarse al día siguiente para que seas vos el generador de esas buenas noticias
