Una chica alguna vez me dijo que yo era un explorador...

Una chica alguna vez me dijo que yo era un explorador. Al principio no lo entendí, porque si tengo que ser sincero, no soy una de esas personas proclives a esos planes de aventuras que pueden motivas a cualquier explorador con sombrero, brújula y un cuchillo. Soy más bien una persona contemplativa, reflexiva y hogareña. Un tiempo después, mirando el fuego de la chimenea de casa me di cuenta que aquella chica entre sonrisa y sonrisa me dijo una gran verdad. No soy un explorador de nuevas tierras, sino que lo que busco casi desde que tengo uso de razón es aquello que me permita que las preguntas que me haga ya no tengan sentido, no porque sepa todas las respuestas, sino porque ya no me importen más.